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  • Foto del escritorLUIS ROCHA / Noticias

#México2024 / La religiosidad en el debate / Por Óscar Moha

OPINIÓN /



*Consultar #México2024


Sólo la candidata Xochitl Gálvez Ruíz mencionó una sola vez en el primer debate presidencial la palabra “Dios”, dijo textual: “nosotros (mi familia y yo) creemos que Dios, la mejor manera de honrarlo, es sirviendo a los demás”. Aunque para muchos pasó desapercibida, la frase dio pauta para que grupos conservadores reforzaran su decidido apoyo a la aspirante rumbo a la jornada el próximo 2 de junio.

 

Fue en el bloque donde las preguntas se referían a la “No discriminación, grupos vulnerables y violencia en contra de las mujeres”, cuando Gálvez Ruíz expresó su creencia en lo divino. Ni Claudia Sheinbaum Pardo, ni Jorge Alvarez Máynez, mencionaron cuestiones religiosas, morales o éticas. No al menos de manera personal.

 

En un país como México, donde más del 85% de la población se dice creyente (de fe cristiana en sus diferentes manifestaciones) el tema religioso puede dar puntos, por ello es que los tres acudieron religiosamente, a la convocatoria que les hizo la Iglesia Católica, el pasado 11 de marzo para firmar un compromiso por la paz.

 

Las preferencias religiosas de él y ellas han sido públicas: aparte de sus reuniones -en corto- con obispos y líderes religiosos, saben que el clero aún tiene peso específico en una elección, sea presidencial o local, por lo que el púlpito todavía se utiliza como tribuna política para linchar o engrandecer a un partido, candidato o candidata, por lo que también han sostenido juntas con pastores evangélicos… menos Máynez.

 

Aunque Sheinbaum ha expresado que no profesa ninguna religión, Xóchitl se dice católica y el varón ha hecho mofa de grupos evangélicos que se adjudican el reparto de la Cartilla Moral de López Obrador en 2019. Como quiera que sea, la más apegada al mundo religioso sigue siendo Xóchitl, quien recibe de grupos fundamentalistas un voto duro, pues creen que es la menos peor.

 

En el debate del pasado domingo, los tres se mostraron respetuosos de la comunidad LGBTIQ y abogaron por proteger sus derechos. En cuanto a la legalización del aborto, Sheinbaum le endosó la factura a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y dijo que era necesario fortalecer “las autonomías de las mujeres”. Xóchitl se comprometió con ese grupo a que, de manera libre y segura, puedan desarrollar actividades de educación, empleo y diversión sin sentirse amenazados e intimidados.

 

Álvarez Máynez se ufanó de que su partido haya erradicado las llamadas terapias de reconversión y acusó que el Partido Acción Nacional, que ha cobijado a Xóchitl Gálvez, se opuso a esto, lo que negó de inmediato la aspirante: “yo estoy con todos los derechos de la comunidad LGBTIQ”, reviró.

 

Una mayoría de ministros de culto, más de 103 mil registrados, ven con buenos ojos a la candidata de Fuerza y Corazón por México, pues su postura concuerda con los principios bíblicos. Sin embargo, Morena y sus candidatos conservan el voto duro dentro de los templos que les va a favorecer en varias entidades… y por supuesto en la carrera presidencial.

 

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