EDITORIAL /

El casi arrodillamiento de Alejandro “Alito” Moreno, ante el poder del presidente López Obrador, ha provocado enorme indignación, rabia y coraje, entre los priistas de todo el país.
Basta observar las redes sociales, para comprender el grado de decepción que tiene la militancia, hacia su dizque “líder nacional”.

En estos momentos, el 99.9% de los militantes priistas, no quiere saber nada de “Alito”, y el enojo de los militantes, podría tener mucha justificación y sustento.
El gran avance que había tenido la coalición PRI PAN y PRD, está a nada de desaparecer, y esto porque Alejandro Moreno, prefiere no estar peleado con López Obrador.
Es decir, “Alito” se ha doblado por completo ante AMLO, teniendo como punto de negociación, que Layda Sansores, ya no siga exhibiendo su corrupción cada ocho días.
Alejandro Moreno, está entregando en bandeja de plata, las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, los únicos bastiones electorales que le quedan al PRI.
Ahora será interesante observar la postura de la clase política priista, sobre todo la del Edomex, pues nadie cree que por los caprichos de “Alito”, tengan que entregar el preciado territorio.
Las horas de Moreno Cárdenas, como “presidente” del PRI, están contadas.
Los priistas de corazón, lo harán caer cueste lo que cueste.
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