EDITORIAL /
La noche del jueves 18 de mayo, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), organizó el segundo y último debate, previo a las elecciones para elegir a la nueva gobernadora.
Todo le salió bien a #AlejandraDelMoral; todo de salió mal a #DelfinaGómez.
En los dos debates, la maestra Delfina, jamás pudo dar un golpe certero; nunca tuvo una asesoría adecuada, mucho menos una estrategia efectiva.
El sentirse siempre con miedo, con los nervios de punta (que contagiaban a su mismo equipo); sin bases técnicas y científicas en sus propuestas, Gómez Álvarez, sucumbió.
Bastaron algunos puntos, para que Alejandra del Moral, desarmara por completo a Delfina. La priista, dobló a la maestra con el tema de las Estancias Infantiles y las Escuelas de Tiempo Completo. Incluso, llegó al punto de acorralarla con una simple pregunta.
“¿Te comprometes a respetar el resultado?”, le cuestionó Del Moral a Delfina Gómez, sin que la morenista tuviera tiempo para una respuesta rápida o una reacción inmediata.
El presidente López Obrador, debe estar preocupado, muy preocupado del desenlace que pueda tener Delfina, el próximo 4 de junio. En un caso catastrófico, Delfina no sería la derrotada. Los auténticos vencidos, serían el mismo López Obrador y Claudia Sheinbaum.
AMLO, pensó que Delfina Gómez, ganaría fácilmente. Sin embargo, jamás pensó que los escándalos y la poca capacidad, debilitarían al máximo a la texcocana.
Los debates los ganó de punta a punta, Alejandra del Moral. Faltan muy pocos días para el 4 de junio, y ese día las cosas estarán al rojo vivo.
La pregunta que le hizo Del Moral a Delfina, también se aplica para López Obrador. ¿El presidente de México, tendrá la madurez de aceptar la derrota de una de sus ahijadas políticas?