*Editorial
La captura del General Salvador Cienfuegos, ha puesto a temblar a todo el equipo del ex presidente Enrique Peña Nieto, quien no ve la luz al final del oscuro túnel. El ex esposo de Angélica Rivera, está sumido en una profunda depresión por la caída de sus amigos.
Pero el político mexiquense, no debería de ser el único en estar angustiado, porque su misma ex esposa debería observar con mucho cuidado, todas las acciones que se están llevando a cabo al interior del país y en el extranjero.
En una reciente columna, el periodista financiero Darío Celis, informó sobre la manera en que la Gaviota apoyaba a su familia para ganar todos los contratos posibles en Los Pinos. Prueba de ello, es la empresa de cáterin y organizadora de eventos, Actidea.
La hermana de la Gaviota, Adriana Rivera Hurtado, es la dueña de Actidea. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), encabezada por Santiago Nieto, detectó que dicha empresa recibió en 2016, contratos por más de 500 millones de pesos.
Estos convenios, fueron con la Oficina de la Presidencia de la República y con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Darío Celis, detalla un hecho que ocurrió y que puso en la cuerda floja a la entonces canciller, Claudia Ruiz Massieu.
Resulta que Ruiz Massieu, tuvo el imperdonable error de contratar a otra empresa, para un evento realizado en Dinamarca, donde Peña Nieto se encontraría con la Reina Margarita. Fue tal el enojo, que hubo una llamada a la canciller, donde se le reclamaba el por qué no contrató a Actidea.
En estos tiempos, donde Santiago Nieto tiene en la lupa a todo el gabinete de Peña Nieto, es cuando debería poner mayor atención en lo que hizo Angélica Rivera y su familia, quienes gozaron del poder y del dinero del pueblo a manos llenas.
Investigar a la Gaviota no estaría nada mal.
Esto levantaría la popularidad de López Obrador al máximo.