*EDITORIAL /
López Obrador agitó las aguas de la sucesión presidencial, y ahora todo está fuera de control: Claudia Sheinbaum, se destapó el mero día de la celebración por el informe de actividades del mandatario federal; Marcelo Ebrard, le tomó la palabra al presidente, y se destapó en el municipio de Ocoyoacac, Estado de México.
Ahora el senador Ricardo Monreal Ávila, señaló que estará en la boleta electoral presidencial de 2024. En pocas palabras, los tres grandes protagonistas del actual sexenio, ya afinan sus cuarteles de guerra, y no van a medir las consecuencias en el momento de querer destruirse. Es decir, los misiles políticos ya están programados, para el día y la hora correcta.
Monreal Ávila, siempre ha sido un rebelde con causa.
En los momentos exactos -donde el mismo López Obrador, lo excluyó de la lista de presidenciales-, Ricardo fue entrevistado por Joaquín López Dóriga (periodista enemigo de AMLO), y en ese foro de Radio Fórmula (tal vez el más escuchado en la radio), el senador volvió a mostrar su espíritu libre y rebelde, alzando la mano como protagonista de la lucha izquierdista.
Sheinbaum y Ebrard, saben muy bien que Monreal, es un peso pesado.
Cualquiera de los dos, tendrá que platicar de manera inteligente con el actual senador, porque no bastará sacar los choros de “lealtad a la 4T” “la palabra del presidente es la ley” “tienes que respetar las reglas” “habrá oportunidades para ti”.
Esas frases ya se las sabe Monreal al derecho y al revés.
López Obrador enfatizó que él ya destapó, y que ahora falta escoger las corcholatas.
“Yo no soy corcholata de nadie”, puntualizó Ricardo Monreal…el gran rebelde.