*EDITORIAL /
La fragilidad política de #ClaudiaSheinbaum, quedó plasmada en la escultura de Pedro Reyes. No nos referimos al físico de la jefa de Gobierno, sino a su esencia, al más arcaico concepto que tiene de lo que es una ciudad desarrollada, inteligente e innovadora.
La imagen de “Tlali” –que sustituirá a la estatua de Cristóbal Colón en Paseo de la Reforma-, no solo es horrible; además no cuenta siquiera con el modelo básico de la mujer indígena, que según Sheinbaum era lo que se iba a proyectar en vez de Colón.
“Tlali” es fea, parece extraterrestre, no simboliza los rasgos indígenas, carece de total belleza, incluso se nota deforme; no tiene un sentido estético, no simboliza ni a la ciudad ni a nuestros antepasados. En pocas palabras, es un trabajo sumamente ruin y grosero.
¿Para poner a “Tlali” hizo todo un show Claudia Sheinbaum?
¡Qué vergüenza de jefa de Gobierno, y qué vergüenza de trabajo escultórico!
Se hubieran ahorrado miles de pesos, escogiendo a un escultor altamente sensible con nuestros indígenas, y no a un fanfarrón amigo de Sheinbaum. Seguramente “Tlali” tendrá muy poca vida en el Paseo de la Reforma, cumple con todo para ser derrumbada en una manifestación.
“Tlali” sin duda es el reflejo de lo que es la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.