*Editorial
El horno no está para bollos en la Cuarta Transformación, y por si alguien dudaba de la tensión que se vive al interior de Palacio Nacional, se ha informado sobre la salida de Alfonso Romo.
Romo fue el jefe de la oficina de la Presidencia de la República, y por sus manos pasaban las decisiones más importantes del país…bueno, eso era cuando todo era miel sobre hojuelas.
Ahora ya Alfonso solo era un adorno, pues su voz y voto ya no eran ni primordiales ni trascendentales para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La salida de Romo, ha dibujado sonrisas en muchos rostros del gobierno federal, y muy pronto se sabrá quién o quiénes diseñaron la salida del importante empresario.
Muchos culpan a Alfonso de la falta de credibilidad hacia López Obrador.
En ese sentido, todos los funcionarios tendrían que largarse inmediatamente.