OPINIÓN /

El famoso pastor evangélico guatemalteco, Carlos Enrique Luna Arango, mejor conocido como Cash Luna, estuvo invitado por el gobierno de Nicaragua a principios de este mes para realizar sus noches de milagros, que le han redituado millones de dólares en países latinos en la última década.
El gobierno de Daniel Ortega, presidente eternizado en el poder y a quien señalan como un dictador, le ha brindado “todas las facilidades”, según confiesa en una entrevista el predicador cristiano, que por cierto ha sido cuestionado también por tener presuntas relaciones económicas con personajes ligados al narcotráfico, pues cuenta con jet privado y mansiones en varios países desde donde opera sus células religiosas.
Cash Luna, presume de tener el templo evangélico más grande de América Latina, donde tiene a su disposición a un gran ejército de servidores, hombres y mujeres, quienes incondicionalmente prestan sus servicios profesionales para engrandecer el poder espiritual -pero más económico- de su iglesia llamada Casa de Dios, y extenderla a todo el mundo, predicando una especie de 4ª transformación espiritual, como lo han profetizado sus seguidores en México.
Desde abril de 2018, la Fiscalía de Guatemala, investiga los presuntos nexos del telepredicador con personajes del narcotráfico, sin embargo, su equipo legal demandó a la empresa Univision que fue quien primeramente cuestionó los bienes de cash luna en un reportaje que no ha sido desmentido hasta hoy.
Durante su gira por Nicaragua, el pastor guatemalteco fue recibido por la titular del Ministerio para la Familia, Johana Flores, quien fue instruida por el régimen de Ortega, para brindar lo necesario para que las noches de milagros se lleven a cabo en esa nación, quien señaló textual: “nuestro pueblo es profundamente creyente del poder transformador, del evangelio de jesucristo en la vida de las personas y de las familias”.
El régimen de Daniel Ortega, ha detenido y encarcelado a varios ministros de culto cristianos y católicos, como el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez Lagos, quien se encuentra, según versiones periodísticas en una celda de máxima seguridad desde hace un año acusado de traición a la patria y no podrá salir hasta dentro de 26 años. A principios de este año, 5 sacerdotes más han sido encarcelados y acusados de conspiración en ese país y purgan penas de mínimo 10 años de prisión.
También el pastor Wilber Pérez ha sido condenado a 12 años de cárcel por ser opositor al régimen de Ortega. Sus colegas no han llevado a cabo protestas por el temor que tienen al actual gobierno sandinista que los mantiene advertidos de que “cualquiera que se atreva a contradecir la política o a denunciar violación a los derechos de parte del gobierno de Ortega, será sancionado”, indican pastores de nicaragua que han preferido guardar el anonimato.
“Para nosotros es un honor estar acá en Nicaragua”, dijo Cash Luna, al ser entrevistado por medios locales, que también son controlados por el sistema.
*El artículo se publica con autorización del autor, y originalmente se difundió en el portal Eje Central
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