*Editorial
La delincuencia está más que desatada en el Estado de México, y aunque el gobernador #AlfredoDelMazoMaza, siga diciendo mentiras respecto a que los crímenes bajaron 16%, los dichos se vienen abajo cuando se observa la manera en que operan los delincuentes.
Por desgracia, la gente sin escrúpulos, no mide las consecuencias ni el dolor que causarán al dejar a familias abandonadas, a mujeres viudas y a hijos huérfanos, quienes a partir de la muerte de los jefes de familia, tienen ahora un futuro mucho más incierto del que tenían.
En las últimas horas se conoció a gran escala la muerte de los policías municipales de Tlalnepantla, Gustavo Laguna Martínez y Amado Martínez Vicencio, quienes al tratar de impedir un asalto, fueron ejecutados en la colonia Vista Hermosa.
“Se brindará apoyo a los familiares de los policías caídos en el cumplimiento de su deber. El residente municipal #RacielPérezCruz lamentó los hechos y expresó sus condolencias”, señaló en un comunicado la oficina de Comunicación Social del Ayuntamiento de Tlalnepantla.
Raciel Pérez Cruz podrá manifestar todos los lamentos que quiera, pero aquí lo más importante, será ver cómo actuará el alcalde morenista ante la desbordada ola de violencia que lastima en gran manera a las familias tlalnepantlenses.
La misma dependencia de seguridad municipal, vive momentos de plena confusión, pues no hay una directriz eficiente, no existen esquemas o estrategias que protejan a los policías, mucho menos que combatan a los criminales, los cuales siempre van un paso adelante.
En los últimos días, personas allegadas a Raciel Pérez Cruz o que trabajan en el Ayuntamiento, han presumido que el presidente se encuentra en los primeros lugares de popularidad, lo cual no es nada de extrañarse, si es que analizamos a los alcaldes morenistas.
Raciel por supuesto que figura de manera inmediata, pues tiene como competencia a los más mediocres de la política morenista: Fernando Vilchis (Ecatepec), Patricia Durán Reveles (Naucalpan), Ruth Olvera Nieto (Atizapán de Zaragoza) y Ricardo Núñez Ayala (Cuautitlán Izcalli).
Con estos personajes cualquiera puede figurar.
El alcalde de Tlalnepantla, podrá mostrar todas las encuestas que desee, pero todo se puede derrumbar en un solo instante. Ahora cada rincón del municipio está tapizado de propaganda a favor de los consentidos de Raciel, y esto también podría mostrar un descontrol interno total.
Así las cosas en Tlalnepantla.
Mientras los policías son ejecutados, Raciel presume ser de los más populares.