EDITORIAL /
La derrota electoral de Alejandra del Moral, en el Estado de México, parece tener nombre, apellido y hasta código postal.
La percepción de que el gobernador Alfredo del Mazo Maza, fue el artífice de la desaparición del PRI mexiquense, es casi generalizada.
Sin embargo, el mismo Alfredo del Mazo, no contaba con que un poderoso misil –dirigido desde Insurgentes Norte-, vendría a descubrir su complicidad en la derrota.
La influyente diputada federal priista, Paloma Sánchez Ramos, no se anduvo por las ramas, y señaló que Del Mazo, operó en contra del Revolucionario Institucional.
Paloma Sánchez (por si no lo sabe el gobernador mexiquense), es la poderosa titular de la Secretaría de Comunicación del CEN tricolor.
Es decir, la acusación no la hace cualquier persona, sino una política que seguramente estuvo al pendiente (o al menos estaba enterada), de los movimientos en el territorio mexiquense.
Mucho se habló respecto a que el presidente López Obrador, le había prometido una embajada a Alfredo del Mazo, si es que entregaba el Estado de México a Morena.
El Edomex, ya fue entregado el 4 de junio.
La embajada podría anunciarse próximamente.
Lo que diga cua;quier persona de este partido muerto desde hace mucho tiempo no tiene ninguna validez, ya se acabo lo que era antes este partido, lo mismo se puede decir del pan, esta gente nunca se percato que ya estaban muertos y nada los puede revivir.