*Editorial
La religión y el poder, siempre han ido de la mano, y no solo hablamos de la Iglesia Católica, sino de todas las denominaciones cristianas evangélicas protestantes, donde sobresalen los bautistas, metodistas, pentecostés, Testigos de Jehová, Mormones, entre otras tantas creencias.
Todos ellos, por desgracia, han privilegiado el acercamiento hacia el dinero y al poder, dejando a un lado a los más pobres y a los más necesitados. En este contexto, habría que enfatizar que el mismo discurso de Jesucristo, ha quedado excluido de todas las iglesias.
Prueba de ello, fue lo que pasó en la ciudad de Toluca, Estado de México, donde el monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, encabezó la ceremonia de imposición del Palio Arzobispal, evento al que asistió la gente más poderosa de la entidad, y donde el gobernador Alfredo del Mazo Maza, ocupó la primera fila, tal vez por la “humanidad” del mandatario.
La ceremonia religiosa hubiera tenido mayor realce e importancia, si en la misma primera fila donde se encontraba Del Mazo Maza y su señora esposa, también hubieran estado los más pobres, los que requieren apoyo espiritual, los familiares que rezan infructuosamente para que sus familiares contagiados por COVID-19, se recuperen pronto.
Chavolla Ramos, hubiera enviado un mensaje puramente cristiano, si hubiera criticado al mismo Alfredo del Mazo y a todo su gobierno, quienes han convertido al poder político, en un auténtico burdel de prostitución, corrupción y enriquecimiento ilícito, y que han lastimado a miles de familias, ante sus patéticas políticas públicas.
Al menos el monseñor hubiera permitido a los más pobres, estar en el punto más lejano de la catedral, para que no molestaran o ensuciaran a los ricos y poderosos, pero no fue así. Esto no es de extrañarse, porque la esencia de la Iglesia Católica, ha sido siempre el exprimir el último centavo del que no tiene para comer.
Esto pasa también es en todas las iglesias que se dicen “cristianas”.
Muy mal por Francisco Javier Chavolla Ramos.
Ojalá un día se junte con los pobres…ahí observará el verdadero infierno.
p.d. El Palio Arzobispal es el símbolo católica que refuerza la relación con su rebaño.