EDITORIAL /
La vida de #EmilioLozoya Austin, cambió radicalmente en un lapso de nueve años. De haber sido uno de los hombres de mayor confianza del ex presidente Enrique Peña Nieto, ahora vive solo en una celda común y corriente del Reclusorio Norte.
El periodista Ciro Gómez Leyva, difundió un reportaje -la noche del miércoles 10 de noviembre en su noticiero de Imagen Televisión-, donde se muestra la realidad que vive Lozoya Austin: desayuna, come y cena lo que sirven en el penal.
“Desayunó salchichas con papas en salsa verde y atole; comió pozole de cerdo, y cenó chicharrón en salsa roja, galletas y café”, narró Humberto Padgett, agregando que el ex director de Pemex, duerme en una celda de 3 metros de ancho por 2.40 de fondo y 2.40 de altura.
El reportaje evidencia la soledad que vive Emilio Lozoya, quien apenas recibió la visita de su padre, quien le llevó todo lo posible para sobrevivir en el Reclusorio Norte: ropa interior, sábanas, cobijas, playeras, rastrillos, y ropa color caqui como lo establece la ley.
De aquel Emilio que fue sorprendido cenando en un restaurante de lujo en las Lomas de Chapultepec, ya no queda nada. Al parecer, el gobierno de López Obrador, ya no meterá más las manos por su supuesto “testigo protegido”.
El encarcelamiento de Lozoya, le cayó como “anillo al dedo” a la 4T, quien estaba quedándose sin argumentos sólidos en el combate a la corrupción. Ahora veremos si hay más peces gordos a quien perseguir, porque el tiempo también se le acaba al mismo Andrés Manuel.
Emilio Lozoya, el que hizo de Pemex, un pequeño reinado.
Emilio Lozoya, ¿tendrá tiempo para la venganza?