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La ceremonia del Grito de Independencia, también se prestó para vivir momentos de enorme pena ajena, pues algunos políticos hicieron más que el ridículo durante su presentación.
Ese fue el caso del alcalde de Tenancingo, Estado de México, Héctor Gordillo Sánchez, quien gritó los “vivas” al momento en que iba perdiendo la voz.
El hecho se tornó gracioso, y las risas de los ciudadanos, no se hicieron esperar. Lo peor es que nadie de su equipo, auxilio al presidente municipal.
Habrá que recomendarle al alcalde, que para el próximo año (antes de dar el Grito), ensaye varias veces, porque un ridículo más nadie lo soportaría, ¿o sí?
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