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  • Foto del escritorLUIS ROCHA / Noticias

Conmoción e indignación total por la muerte de Norma Lizbeth en Teotihuacán

EDITORIAL /


La muerte de Norma Lizbeth, ha encendido todas las alertas posibles en todo México. El abuso físico y psicológico, que sufrió la estudiante de secundaria, está generando muchos estudios y análisis, respecto a cómo el bullying puede llevar a la muerte de una persona.


Norma Lizbeth, fue víctima del deterioro de valores.



En nuestro país, el racismo crece de manera preocupante. El ser de piel morena, el no tener dinero o el vivir en zonas con alto deterioro social, pueden ser motivos suficientes, para que niñas, niños, jóvenes y adolescentes, estén marcados para el señalamiento y la crítica.


Los gobiernos federal, estatal y municipal, están a años luz de encontrar un mecanismo eficiente de inclusión y protección a los sectores minoritarios. Hoy día, se preocupan por darle mayor difusión a la “identidad de género”, que a la protección de quienes están indefensos.


Norma Lizbeth, fue víctima de una compañera que la golpeó y la mató. Pero también fue víctima de una sociedad intolerante, que sigue alentando la discriminación. Basta observar cómo se trata a quienes piden una moneda o a quienes buscan trabajo para sobrevivir.


La violencia que se ejerció contra Norma Lizbeth, debe tener consecuencias muy severas.


Pero también la muerte de Norma Lizbeth, debe ser el preámbulo para que autoridades gubernamentales, educativas, padres de familias y alumnos, tengan plena conciencia de que una palabra, un menosprecio, una humillación, puede ocasionar tragedias inimaginables.


Descanse en paz, Norma Lizbeth.






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