*Editorial
La jefa de Gobierno de Ciudad de México, #ClaudiaSheinbaum, vive momentos de enorme tensión política, y no es para menos. La derrota electoral en la capital del país, y el escándalo de la Línea 12 del Metro, la han debilitado en gran manera.
Aunado a eso, no ha logrado quitarse de encima a la figura de Marcelo Ebrard, quien seguramente le dará una guerra total en busca de la candidatura de MORENA a la Presidencia de la República. En pocas palabras, nada le ha salido bien a la jefa de Gobierno.
El nerviosismo de la protegida de López Obrador, se hizo más evidente, luego de que visitara la alcaldía de Álvaro Obregón, la cual fue ganada por la panista Lía Limón, y donde se hizo un derroche impresionante de dinero bajo el mandato de Layda Sansores.
El domingo 20 de junio -en plena celebración por el Día del Padre-, Claudia Sheinbaum, inauguró en la Álvaro Obregón, los llamados Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES). Ahí se lanzó contra la ganadora Lía Limón.
"En Álvaro Obregón vamos a seguir haciendo inversiones, ahora hubo un resultado en la elección y vamos a ser institucionales, pero no vamos por ningún motivo abandonar en lo que creemos y eso es lo que le pido a ustedes.
“La cuarta transformación de la vida pública de México, no puede ir para atrás, no podemos abandonar que los recursos se dirijan a la gente, no podemos abandonar el que ahora la corrupción se apodere de nuevo, el que ahora se convierta todo en privilegios”, enfatizó.
¿Por qué este mensaje bélico? ¿Por qué este discurso de guerra? ¿De plano no existe en Sheinbaum un mínimo de reconocimiento y respeto a sus opositores políticos? ¿No habrá cordialidad y mensaje de esperanza con aquellos que no pertenecen a la 4T?
Claudia se está manejando muy mal, y de aquella mujer que era admirada y apreciada por no igualar el discurso golpista de López Obrador, ya no queda nada. Lo peor para ella, es que sus problemas van en aumento, y no hay límites para los tropiezos.
Ojalá pronto cambie su postura Sheinbaum. La ciudadanía requiere una jefa de Gobierno, incluyente y plural. Los mismos alcaldes necesitan a una política abierta al diálogo, a los diversos puntos de vista, al debate sano y respetuoso.
Claudia Sheinbaum debe dejar atrás su mensaje de guerra.
Hoy más que nunca se requiere un mínimo de sensatez.
p.d. Hablando de corruptos, ¿qué hará la jefa de Gobierno, cuando conozca todo el derroche de Layda Sensores? ¿Por cierto, qué hacía Eduardo Santillán, el candidato de MORENA derrotado, en una gira oficial de Claudia Sheinbaum? ¿Pues no que muy imparciales?