EDITORIAL /
Exactamente a unas horas de que iniciara el año 2022, las redes sociales se colapsaron luego de que se diera a conocer que la estatua del presidente #AndrésManuelLópezObrador –edificada en el mítico municipio de Atlacomulco-, había sido derribada.
Esto produjo infinidad de comentarios, la mayoría burlándose de López Obrador. Días después, el mismo AMLO, no le dio importancia a tal suceso, indicando que él no necesitaba estatuas ya que con el apoyo del pueblo, podía seguir.
Sin embargo, la realidad pudo haber sido más cruda, ya que el periodista Alejandro Aguirre publicó en El Universal, que la destrucción de la imagen de Andrés Manuel, sí provocó un sismo al interior de Palacio Nacional, donde se vivió un caos al saberse la noticia.
Alejandro Aguirre escribió en su texto “AMLO, su estatua y su madrugada triste”, que fue tanto el daño al mandatario federal, que incluso aparecieron “tenues lágrimas de coraje”. Esto acompañado de una fuerte discusión con su círculo más cercano.
La columna de Alejandro Aguirre, toma importancia por exhibir la intimidad de López Obrador, quien al parecer empezó muy mal el 2022, pues no solo le tiraron su estatua en Atlacomulco, sino que también se burlaron de él y lo evidenciaron como un político vulnerable.
Dicen que lo que mal empieza, mal acaba.
Ojalá ya no tenga que pasar por más vergüenzas, el señor presidente.