EDITORIAL /
La información que difundió The New York Times, respecto al presunto espionaje político, fue una verdadera bomba nuclear para Morena.
El que la Fiscalía de la Ciudad de México, haya pedido a Telcel, los registros telefónicos de políticos de primer nivel, generará un caos para la 4T.
La bomba nuclear que lanzó The New York Times, también abarcó al Palacio de Gobierno de Toluca, donde tiene su oficina la maestra Delfina Gómez Álvarez.
¿Por qué la Fiscalía CDMX -comandada por Ernestina Godoy-, tenía interés en espiar a Horacio Duarte Olivares, y a Higinio Martínez Miranda?
Eso fue lo que reveló The New York Times.
Horacio Duarte, no solo es el actual titular de la poderosa Secretaría General de Gobierno; sino también la mano derecha de la maestra Delfina.
El buen oficio político de Horacio Duarte, permitieron que Delfina Gómez, avanzara en muchos aspectos durante la campaña proselitista.
Además, Duarte Olivares, es de todas las confianzas del presidente López Obrador.
¿Entonces por qué lo habrían espiado?
Respecto a Higinio Martínez, no se tiene una misma valoración positiva, y a pesar de que es el jefe de Gabinete de Delfina Gómez, no cuenta con el mismo perfil de Horacio Duarte.
Higinio Martínez, siempre quiso ser gobernador del Edomex, pero simple y sencillamente jamás logró el respeto y la simpatía de AMLO, por eso su caída política.
Sin embargo, también cabe la pregunta del por qué lo espiaron.
La información que soltó The New York Times, deja muy mal paradas a Claudia Sheinbaum y Ernestina Godoy, ante la gobernadora Delfina Gómez.
Los mismos afectados, Horacio Duarte e Higinio Martínez, tendrán que levantar la voz y exigir una explicación detallada del presunto espionaje político contra ellos.
Vaya escándalo.
El gobierno del Estado de México, no puede quedarse con los brazos cruzados.
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