*Editorial
En infinidad de ocasiones, la sociedad ha criticado que a la Cámara de Diputados llegan siempre los mismos, los hijos de los políticos, los ahijados de los poderosos, los fifís, los ninis, y toda la variedad de personajes que quieren ostentar el poder a costa de lo que sea.
Sin embargo, todo parece ser diferente cuando vemos la personalidad de Michael Stephania Oliva Sandoval, joven del municipio de Tultitlán, Estado de México, que ha venido a inyectar a la campaña política un aire fresco de inteligencia, visión y carisma.
Oliva Sandoval compite por Fuerza por México, y podemos decir que ella sí tiene amplias posibilidades de llegar al Congreso de la Unión, no solo por las iniciativas de desarrollo social, lucha por la no violencia contra las mujeres y por la necesaria equidad de género.
Ella ganará porque es un bastión importante de fortaleza mental, capacidad intelectual y de enorme complicidad entre ciudadanía y política. Basta acudir a la campaña de esta joven emprendedora para saber que está muy por arriba de los pronósticos.
En circunstancias donde la mujer es atacada en todas sus expresiones, hay que destacar la valentía de esta figura imprescindible en el Estado de México. Sigamos muy de cerca a la representante de Fuerza por México, porque seguramente brillará en el contexto político.
Michael Stephania Oliva Sandoval, será una gran diputada federal.
Bienvenidas las políticas honestas, capaces y triunfadoras.
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