EDITORIAL /

La personalidad de Daniel Serrano Palacios, es única. Entre los alcaldes de Morena del Estado de México, no existe alguien más popular que el edil de Cuautitlán Izcalli.
En las giras, su equipo de trabajo y logística, no puede boicotear a la ciudadanía. Al contrario, dejan que la gente se acerque, abrace y entregue peticiones a Daniel Serrano.
Atrás quedó el esquema de que “al presidente nadie se le acerca”. Esa equivocada estrategia, generó que la comunidad ya no creyera en los políticos.
Serrano Palacios, se baja del pódium después de ofrecer su mensaje, y empieza a platicar con la gente, escucha sus necesidades, gestiona todo tipo de situaciones.
Al lado del alcalde izcallense, va su equipo de trabajo, que gestiona casi de manera inmediata las peticiones de los vecinos. Nada se queda sin resolver.
Por eso la gente abraza con cariño a Daniel Serrano, porque saben muy bien que les ha respondido con creces, y que ese ritmo se extenderá en todo su gobierno.
La gobernadora Delfina Gómez Álvarez, tiene en el presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, a una enorme joya política y social, que dará muchas satisfacciones a la entidad.
Serrano Palacios, tiene clara la idea de que servir con pasión, es lo que da excelentes resultados. Esa pasión, hará más grande a Cuautitlán Izcalli.
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