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Juan Gerardo Ugalde Salinas, presenta la exposición “Aves de México”, en Museo de Marruecos

  • Foto del escritor: LUIS ROCHA / Noticias
    LUIS ROCHA / Noticias
  • 29 mar
  • 3 Min. de lectura


El Museo Yves Saint Laurent de Marrakech -ubicado en Marruecos, África-, albergará la exposición “Aves de México” del 4 de abril  al 27 de julio de 2025.


El presentador de la exposición, será el curador Juan Gerardo Ugalde Salinas, quien labora en dicha institución y es originario de Cuautitlán Izcalli, Estado de México.


La muestra se llevará a cabo bajo el patrocinio del rey Mohammed VI de Marruecos, y cuenta con la colaboración del gobierno de México


Esto a través de la Secretaría de Cultura, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Bellas Artes y Literatura (INBAL), y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).


Se trata de 95 piezas, que van de objetos arqueológicos y etnográficos con una carga ritual, a piezas de arte popular y diseño textil, procedentes de una veintena de instituciones públicas y de acervos privados.


La exposición surgió del interés por fomentar el diálogo entre México y Marruecos, como puentes, espacios de tránsito y de migración que conectan al hemisferio sur con el norte.


En el primer módulo, se exploran diferentes representaciones de esos animales, a partir de 12 piezas prehispánicas de las colecciones del INAH, bajo resguardo del Museo Amparo, en la ciudad de Puebla.


El conjunto arqueológico abarca un arco temporal de alrededor de dos mil 500 años, desde el Preclásico Medio –un milenio antes de nuestra era– hasta el Posclásico Tardío, entre 1200 y 1500 d.C.


“Las aves antes de México” es el segundo módulo, donde se exhiben vasijas en forma de pato y de loro, de sitios como Tlatilco, o de la tradición Tumbas de Tiro del occidente mexicano, y figurillas que simbolizan fuerza y vitalidad.


Tal es el caso de un rostro humano con casco de águila, de las culturas de la Costa del Golfo, o de un hombre ataviado con plumas, de la tradición Mezcala, asentada en el territorio del actual estado de Guerrero.


En el siguiente apartado, “América emplumada”, se aborda el trasiego interoceánico de bienes, tras el establecimiento del virreinato de la Nueva España. En esa época, guajolotes y objetos a base plumas se llevaron al resto del mundo


Así como gallos y pavo reales se introdujeron para su crianza. Las influencias de culturas externas impactaron en la producción local, entremezclando estilos y técnicas.

 

 Asimismo, destaca el tema de la personificación de América, en relación con las alegorías que abundaron en la Europa renacentista, imágenes que sirvieron como un portento de los recursos y características de cada parte del mundo.


"En ese sentido, las plumas y las aves se utilizaron como elementos para denotar el cotidiano americano”, detalla el especialista en conservación de textiles.


El cuarto módulo se denomina “Las plumas preciosas” y ahí se da paso al arte de los amantecah o trabajadores de plumas, quienes, desde tiempos prehispánicos y aún en el virreinato, crearon mosaicos en objetos y prendas.


“A partir de entonces, el imaginario mexicano recurre a las aves y sus plumas, como un recurso

primario en sus propuestas estéticas”, subraya el curador mexicano, radicado en Marruecos.


“Habitar entre aves”, último apartado de la exposición, sirve para que el público descubra una diversidad de objetos inspirados en ellas. Los hay de uso ritual, pero también de diseño que, como la joyería o ciertos objetos utilitarios, se han nutrido en los últimos años de la colaboración entre artesanos y diseñadores.


“Las aves, por sus plumas, cantos y carnes, fueron cruciales para las prácticas sociales, políticas, culinarias, medicinales, religiosas y estéticas de lo que hoy llamamos México. Su conservación garantiza el equilibrio de los ecosistemas, la preservación de la biodiversidad y saberes bioculturales, temas que también abordamos aquí”, finalizó Ugalde Salinas.


La muestra cuenta con el asesoramiento científico de la curadora independiente Ana Elena Mallet, y cuya escenografía e iluminación estuvieron a cargo de los expertos Jasmin Oezcebi y Miguel Ramos.

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