
El gobierno de Cuautitlán Izcalli, encabezado por Daniel Serrano Palacios, informó que no tolerará ningún acto de corrupción. Esto por el escándalo que ocasionó la toma clandestina de agua, que quisieron hacer presuntos empleados del OPDM Tlalnepantla.
Esto ocurrió la noche del martes 12 de marzo, y fueron los mismos vecinos de Cofradía I, quienes hicieron la denuncia correspondiente. El personal de Operagua, fue quien evitó las personas provenientes de Tlalnepantla, hicieran la toma en el Pozo Potrero BIS.
Una vez que el personal de Operagua verificó la situación, se solicitó la presencia de agentes de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, para proceder conforme a la ley y presentar ante el Ministerio Público a los implicados.
De esta manera, los representantes de Operagua, presentaron la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, en contra de quienes dijeron llamarse
Miguel Ángel “N”; José Geovani “N” y Óscar “N”.
Encabezados por el director del organismo, Christian Laguna Reyes, y por representantes de la Dirección de Democracia Participativa, las autoridades municipales permanecieron en el sitio donde se suscitaron los hechos.
El gobierno izcallense, dará seguimiento a este caso, guardando el debido proceso, a fin de colaborar con la Fiscalía y aportar las pruebas a su alcance para investigar el presunto delito. En sus redes sociales, el gobierno de Tlalnepantla, señaló que también investigará.
El gobierno de Raciel Pérez Cruz, iniciará investigaciones penales y administrativas, ya que en la toma clandestina que se quería hacer, se observó a una camioneta del OPDM Tlalnepantla. Ante esta situación, se deslindarán responsabilidades.
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