EDITORIAL /
Enorme enojo, rabia e indignación, provocó #JoséRamónLópezBeltrán, luego de que la tarde de ayer jueves 23 de marzo, llegara con su familia a Palacio Nacional.
Las imágenes son altamente ofensivas para una gran parte de la población mexicana, que sufre de pobreza, pobreza extrema y desempleo, con la 4T.
José Ramón López Beltrán, llegó a visitar a su papá Andrés Manuel López Obrador, como el príncipe que llega a ver a un jeque o rey.
Camionetas blindadas, guardaespaldas, nanas, personal de ayudantía…todo al servicio de López Beltrán, quien sigue destruyendo la honestidad de la familia presidencial.
Bueno, José Ramón, ya ni siquiera se toma la molestia de ser discreto, sino todo lo contrario; deja que los medios de comunicación, sean testigos de la vida de lujo que posee.
El presidente López Obrador, se llena la boca diciendo que “no son los mismos” “que combate la corrupción incluso de su familia”, bla bla bla.
¿Será que el presidente es un mentiroso, y su hijo un cínico?
Ustedes juzguen.
Otro estúpido comentario...