EDITORIAL /

Luisa Alcalde, subrayó en el punto número 5 del Decálogo de Morena, que en el partido “no hay cabida para el nepotismo, amiguismo o influyentismo”.
Lo que se le olvidó decir a la presidenta de Morena, que el nepotismo e influyentismo, sí tienen cabida en su familia.
Al menos eso pasó este sábado 21 de diciembre, luego de que se decidiera que Bertha Alcalde Luján, será la nueva titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Esto lo determinó la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, aunque habría que analizar si el enorme poder político de Luisa Alcalde, fue fundamental en esta decisión.
Incluso aunque la influencia de Luisa Alcalde, no hubiera sido tomado en cuenta; al menos por honestidad y principios, Bertha Alcalde, debió haber rechazado la Fiscalía CDMX.
Pero son de Morena, y quieren todo, absolutamente todo; y si no lo tienen, lo arrebatan. Hay que decirlo con todas sus letras: la Fiscalía CDMX, ya pertenece a Morena.
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